Los tatuajes ya no son definitivos y, por tanto, no es necesario conservarlos cuando no son de nuestro agrado. El láser elimina cualquier tipo de tatuaje, ya sea de origen profesional, cosmético (maquillaje permanente) o debido a micropigmentación. La demanda para borrar tatuajes es cada vez mayor por diferentes razones, dibujos que se han estropeado o con los que la persona ya no se siente cómoda, casos de maquillaje permanente mal realizado o simplemente una cuestión de modas.

La técnica que se utiliza para eliminar los tatuajes es el láser. Es un tratamiento que requiere manos expertas y varios tipos de láseres diferentes, dependiendo del color que queramos borrar. Clínica Ordás es un centro de referencia en la eliminación de tatuajes desde hace muchos años. Para eliminar un tatuaje hay que tener en cuenta varios factores:

• La profundidad a la que se encuentra el pigmento: en función de lo profundo que haya penetrado el pigmento, se utilizará un láser diferente. También se necesitarán más sesiones.
• La calidad de los pigmentos
• Los colores: Cada color tiene su láser ‘enemigo’, es decir, se necesita un láser diferente para los distintos colores y hay algunos más difíciles de borrar que otros.

En Clínica Ordás utilizamos varios láseres para borrar los tatuajes: para los verdes, azules y marrones se utiliza el láser Alejandrita de 755nm, para los negros y azul oscuro el Neodimio Yag de 1064nm y para los rojos, anaranjados y amarillos el de 512 nm. Estos equipos se utilizan solos o combinados dependiendo de los colores que tenga el tatuaje.

El número de sesiones varía en función del tamaño del tatuaje y de la complejidad del dibujo, pero sobre todo lo determinará la profundidad a la que estén depositados los pigmentos. La eliminación total puede requerir de una a seis sesiones o incluso diez.

Las sesiones se realizan con intervalos de cuatro a seis semanas y es necesario utilizar anestesia local adecuada a cada caso. Tras la aplicación del láser, queda una pequeña herida que desaparece a los pocos días. Se recomienda no tomar el sol en la zona para evitar que quede una cicatriz.